El agua es un bien fundamental para todas las actividades del hombre. Ya sea para su consumo o para su uso en cualquier tipo de actividad, localizar las fuentes de agua naturales es fundamental a la hora de utilizar un terreno. Para encontrar los depósitos naturales de agua es necesario hacer sondeos subterráneos con una maquinaria adecuada y unos profesionales capacitados para encontrar el mejor punto en el que recoger el agua. Después de realizar el sondeo habrá que llevar a cabo un proceso de extracción que puede ser manual o automático, dependiendo de las características del pozo de agua localizado y las características del mismo.
Qué son las aguas subterráneas
El agua se filtra por la superficie terrestre y se acumula en espacios bajo la tierra en zonas llamadas acuíferos. Debido a las características de los materiales que se encuentran en esta zona, el agua puede desplazarse con mayor o menor velocidad, haciendo más fácil su extracción. Para la utilización de las aguas subterráneas hay que seguir una serie de normativas y controles de calidad ya que podría no estar recomendada para uso potable debido a las características de la tierra por la que se ha filtrado.
Cómo funcionan los sondeos subterráneos
Después de localizar el agua se ha de colocar una pequeña instalación que bombee el agua desde el interior del sondeo hasta la superficie. La capacidad, potencia y ubicación de la bomba de agua será determinada por el equipo de profesionales que realicen la operación para obtener el mayor rendimiento posible. Esta instalación es muy delicada y hay que utilizar unos materiales determinados para evitar fallos en el circuito. Es conveniente instalar, también, un sensor que nos indique en todo momento el nivel del agua puesto que la fuente podría agotarse si hacemos un uso desmedido de la misma.
