Dentro del sector de los sondeos y de la perforación de pozos hay que subrayar el protagonismo que tiene una serie de actuaciones que posee como claro objetivo, fundamentalmente, el captar determinadas aguas subterráneas. Aquellas no son otras que las perforaciones verticales, que se llevan a cabo por empresas especializadas y que se acometen teniendo muy en cuenta variables del terreno, tales como su geología, o la cantidad de agua que se quiere extraer así como la profundidad a la que está la misma.
Concretamente tenemos que subrayar que existen tres grandes tipos de perforaciones verticales:
- Rotación. Es la que se acomete en tierras firmes y que no tienen arena. Con ella se logran realizar pozos que se identifican no sólo por ser anchos sino también poco profundos. Para conseguirlos, las empresas expertas en perforación de pozos pueden realizar sus tareas hasta en un máximo de dos metros.
- Rotación de circulación inversa. Al contrario de lo que sucedía en el caso anterior, esta acción está pensada para acometerse en terrenos nada firmes, que sí pueden tener arenas. La inestabilidad de aquellos es lo que trae consigo que esta labor sea dificultosa y requiera mucho cuidado para evitar así que se produzcan diferentes tipos de desprendimientos. Hasta los 500 metros se pueden alcanzar con esta clase de perforación que trabajará en diámetros comprendidos entre los 315 milímetros y los 790 milímetros.
- Rotopercusión. El tercer tipo de perforación vertical más importante es este que ahora te damos a conocer. En su caso, se apuesta por llevarlo a cabo en lugares firmes que estén compuestos por un material rocoso contundente que esté perfectamente preparado para hacer frente a los trabajos sin que se caiga. Los 400 metros son los que se pueden alcanzar con esta labor.
